I'VE GOT THE POWER

Ayer regresé a trabajar. No mamen, está hecho un desmadre y más por el incendio de hace... pues hace unos mesesillos.

Y está chingón. No por que me guste mi trabajo, no, lo odio, pero es que me encanta saber que será por última vez.

El mundo está a mis pies.

Verán, el próximo 2 de julio salgo para juaritos, luego al Paso, luego derechito a Palm Beach, Florida. En avión. 12 días de hueva total en gringolandia. Y cuando regrese, como a las dos semanas, tal vez vaya a Arizona y a Las Vegas.

No no no no no no, me siento encabronadamente motivado, pero como dijo el buen Jack, vamos por partes.

El lunes de regreso en mi asqueroso trabajo, todo está igual, pero como tres veces más de estresante. Aunque eso es para los demás. A mi me da igual. ¿La razón? me siento empapado con todo el poder de la buracracia del oficinista más pinche (osease, ayudante). A mí no me encontrarán en ninguna lista, mi puesto no se vé en ningún lado del organigrama empresarial, mi nombre no aparece en la nómina. En fin, en la empresa, es prácticamente como si no existiera. Pero eso no significa que no sea nadie, no, si soy alguien.

La mayoría, si no es que casi todos, dependen de alguien. Si ese alguien (como en todas partes) se retrasa en su trabajo, obviamente alguien más se retrasará y a los jefes no les interesan las explicaciones. Lo único que pueden hacer todos es untarse cremita para que resbale más fácil cuando se las dejen ir. Y todo ese embrollo desaparece hasta llegar al último peón, que lo único que tiene que hacer es trabajar como negro para vivir como perro (o al revés). Y aunque ellos se libran de toda ese desmadre, su salario no es nada alentador.

Pero yo, si señor, yo no dependo de nadie y en cierta manera muchos dependen de mi. Mi trabajo es como encargado de archivo (entre otras cosas). Todos pueden exigirme algo, pero no es mi obligación obedecerles.

Esta mañana, un tipo viejo y gordo, viene a pedirme algo que se supone yo debería tener (y seguramente lo tengo):

- Leo, fíjese que necesito tal cosa por tal motivo, y el Lic. me lo está pidiendo para ayer.
Yo, con cara de no saber qué pedo - Ya lo buscó en las carpetas? - Pinche gordo güevón.
- Si, pero no lo encontré, usted debe tenerlo por ahí.
- (No, qué pasó) Pues no recuerdo haberlo visto, así que seguramente debe tenerlo lety, y si no, pues no sé.
- Déjeme ir a preguntarle.

20 minutos después regresó con la misma cantaleta.

- Pues no lo puedo buscar ahora, estoy muy ocupado.
- Bueno... le encargo que si lo vé me diga inmediatamente por que ya la traen contra mí los jefes.
- Claro que si.

A continuación me raya la madre con la mirada y yo, pues me vale. Hago mi trabajo demasiado bien para que vengan a chingar nada más por que sí. Lo que yo hago es facilitarles las cosas a todos, pero hay quienes de plano quieren todo en la mano y conmigo simplemente-se-joden.

Y a propósito de trabajo bien hecho, el lunes, llegó tarde la mocosa (dos años y medio más me dan el lujo de llamarle así) que está haciendo las prácticas de la prepa con la doña que hace las veces de mi jefa directa.

- Qué estás haciendo?
- Buenos días (escuincla mal educada). Estoy revisando y acomodando esto por que está mal hecho.
- Pero cómo? yo hice eso y estoy segura que lo hice bien.
- Pues lo hiciste mál, y ya que estás aquí, esperate un momento para mostrarte (de qué lado masca la iguana, inútil) como debe quedar.

La lagartija adiposa infla sus cachetes en señal de furia contenida, y (con todo el orgullo que pueda un hipopótamo con maquillaje de payaso) me sale con unos de los cliches más sobados en el mundo laboral.

- Pues no necesitas decirme cómo debo hacer mi trabajo.

Yo, con toda la autoridad burocrática en mis peludos tanates.

- Mira (rinoceronte amansado), en primer lugar, te voy a aclarar algo. Tú no trabajas aquí, sólo haces tus prácticas escolares; En segundo, no te queda más que hacer el trabajo como YO te diga. Si no te gusta haré que te cambien de departamento ó si lo prefieres, te puedo dar una carta avalando las horas que llevas aquí. Es tu decición.

No le quedó de otra mas que reservarse sus pucheros para su mami y hacer lo que yo le dije.

Así que aunque mi trabajo es el trabajo sucio, el más aburido, el que nadie quiere hacer, para mi es chingón ver sus caras de impotencia al saber que yo podría ayudarles y no los ayudo simplemente por que no se me hinchan las bolas.

Todo eso siendo mi segundo día de trabajo. Y sólo un mes estaré ahí "limpiando" el desmadre que traen y después de eso me iré de vacaciones. No me gusta presumir pero qué mas dá. Me la voy a pasar a toda madre.

Y en septiembre, a chihuahua con todo y chivas. Iniciaré mi carrera. Por fin sólo. Me va a costar un huevo y tres cuartas partes del otro mantenerme allá pero es algo que sin duda vale la pena.

Como dije, el mundo está a mis pies, y eso es un verdadero alivio. Tal vez mañana las cosas cambien. Tal vez no pueda irme a chihuahua y pierda mi trabajo aquí. Pero eso es algo que me tiene sin cuidado ¿Por qué tendría qué preocuparme?

Disfrutaré las cosas justo como están ahora. Y el día que el mundo no esté a mis pies será por que el mundo explotó o por que seguramente vaya en camino hacia las playas de Florida.


See you in the future suker's.