¡No fuí yo! bueno si, pero no exactamente...

Ya, lo que sigue. chingue su madre lo demás, pos qué!


A veces mi pinche memoria y semi-doble personalidad me juegan unas bromitas tan buenas que hacen que se me tamabalé la tarima en la que me subo a veces para ver a los demás hacia abajo.

Hace que me quede confuso y a veces preocupado por creer que hice algo que sólo pensé. O que después me reclamen por algo que creí que sólo sucedió en mi limitada imaginación. Como muchos ejemplos hay en este cochinero de su servilleta.

Pero como me es muy difícil diferenciar una realidad de la otra, pocas veces puedo estar preparado para evitar los agravios de los agraviados. Por suerte, y para mi diversión (y cómo no, también pá ustedes) he aquí una muestra de esos instersticios insospechados en la inmensurable limitación de mi memoria:


























Pd: No, no es justificación de nada. No me arrepiento de nada, es sólo para aclararme las cosas, por que de nada sirve el arrepentimiento. De todos modos, siempre seré el idiota que tropezará con el mismo escalón de la puerta al salir.

Pd2: Qué bien se siente volver a reconocerme tal cual soy.

Eso. El Clon.